El día de hoy os adjuntamos una carta abierta de Rafael Sanz
Armada, entrenador del Aguas de Sousas Ourense, dirigida a todos aquellos
entrenadores de formación, en esta carta hemos visto reflejadas nuestras ideas y opiniones sobre el baloncesto de formación, sola la verdadera idea de formar, de enseñar, de educar.
Varias partes del documento parecen sacadas directamente de nuestras cabezas y otras sencillamente las compartimos. Pero en este caso, no vienen escritas por tres entrenadores con gran afición sobre el baloncesto sino por un entrenador contrastado y ejerciendo en el ámbito profesional.
"Compañero de base, con permiso
Hola socio permíteme que sea crítico. Lo hago desde el
respeto que me mereces por tu dedicación al baloncesto de base, la clave para
que haya baloncesto de elite, lo sé.Lo haré con claridad, esto no merece
dobleces.
Tómalo a bien, y ojalá entiendas, que lo hago desde una
perspectiva privilegiada que me da el haber pasado de dónde tú estás, al
baloncesto profesional. No es mi intención dogmatizar, craso error en la vida y
por extensión en el basket, solo quiero reflexionar contigo.
Aunque lo primero será poner en duda el término, Sí, lo de
cantera. Ojalá hubiese esa mentalidad formativa. A mí me gusta llamar, al nivel
en el que tú ahora entrenas, categorías de formación. Detesto el término
categorías inferiores. Creo es despectivo e incorrecto. De inferiores, nada.
Ahí, se engendra el jugador del mañana. Y aún más importante, tú forma de
actuar sobre esos chavales, marca a generaciones de ciudadanos. Así que
prepárate, te contaré algunos de tus menesteres y de tus responsabilidades. Ya
sabes que ser entrenador no es fácil, y si eliges este camino, y me refiero a
la formación, debes asumir tu cuota de responsabilidad en el proceso de
formación integral de la persona.
Hay valores que van cogidos de la mano del deporte, que son fácilmente
reconocidos por todos. Compañerismo, respeto, solidaridad, capacidad de
esfuerzo y muchos más se asocian a él. Ahora bien, lo difícil es fomentarlos.
Alguna vez pensaste que aquel chico que no vino a entrenar
en toda la semana, podía ayudarte a ganar el partido del sábado, más incluso
que el “gordito” con gafas que no falta nunca y que lleva el balón bajo el
brazo en cada recreo, aunque no anota tanto. Claro, si pones al que no acude a
entrenar, lo haces para que conozcan la sensación de pertenecer a un grupo
ganador, para que tengan la opción de acudir al campeonato regional, o para que
se sientan orgullosos de su club o colegio. ¡Ay compañero! ¿Dónde dejaste el
valor ético de tu cometido? ¿Cómo podrás exigirles a tus jugadores que se esfuercen,
que luchen, que se superen? ¿A qué altura pusiste tu credibilidad como
formador? Es lo que eres, o lo que deberíamos ser: formadores.
Espero, antes de hablar algo más concretamente de
baloncesto, que te haya quedado clara tu posición importante en la formación de
esos chicos que te llegan. Otro día hablaremos de los que vas a buscar, o de
los que “coges prestados”. Porque ahí empiezas a debilitar tu posición como
galante de la ética, pero tranquilo, hoy no toca. Te hago una reflexión rápida,
¿Sabes enseñar? ¿Sabes organizar cómo desarrollar los fundamentos? ¿Conoces los
mecanismos para explicar, para corregir, para reforzar, para modificar malos
hábitos técnicos?
No te he dicho si sabes baloncesto, te digo, ¿sabes
enseñarlo? Confundimos el conocer sistemas de ataque, defensas, leer libros,
descargar archivos de internet, ver entrenamientos, etc, con entender el juego
y saber transmitir. Mírate esto por favor. Vaya ser que no te entiendan, o no
mejoren, porque no te comprenden. Porque no es el nivel que pueden asimilar,
porque no están en el proceso metodológico adecuado. Piénsalo.
Ya, sé que llevas cuatro párrafos buscando recetas sobre
baloncesto, pero nada encuentras. No hay gráficos con ejercicios, ni sistemas,
ni nomenclatura baloncestística. Si lo miras bien, algo hay. ¿No habrás metido
a tus chicas a “defender” dentro de la zona, a dos metros de sus oponentes,
aunque con asignación individual? Claro, es que eres listo. Como las niñas del
equipo pre-infantil, del club con el que no te puedes ver, no llegan al aro si
lanzan fuera de la zona, ya tienes la solución al partido. Todas “cerraditas” y
que tiren de fuera. ¡Qué estratega!
Aunque eso sí, el sábado anterior, cuando jugaste contra el
equipo de más bajo nivel de la liga, presionaste a todo campo y tuvieron que
parar el partido. Incluso, dijiste que ese tipo de equipos no deberían estar en
la liga, no dan el nivel. Por cierto, cuando el equipo al que quisiste ganar
defendiendo bajo el aro y “cerraditas, cerraditas” se puso ganando por siete
puntos, ordenaste presionar. Y no hubo manera, os metieron tres bandejas y para
casa. Analiza esto también, y piensa que tus medidas a corto plazo, son: “pan
para hoy y hambre para mañana”.
Acabo, los fundamentos hay que trabajarlos a velocidad alta
y bajo presión defensiva, una vez que se dominen los gestos técnicos, y dentro
del contexto del juego real. Por lo tanto, mejor cuando juegas agresivo, que
cuando lo haces al fallo del rival.
No olvides el 5x5, es dentro de él dónde hay que poner en
práctica lo demás. No está reñido el formar con el ganar. Al contrario, es el
camino. Lo que sucede, quizás, es que no sea a muy cortísimo plazo. Pero, es la
fórmula para la mejora individual y colectiva. Además, el objetivo en cantera
debe ser formar personas y jugadores, y por ahí habría que medir el éxito o
fracaso de un club o de un técnico.
Olvídate de complicados sistemas y vete a lo básico, a lo
simple. Y dota a tus jugadores y tu equipo de unos principios sólidos que
dominen a la perfección. No quemes etapas.
Más vale poco y bien, que mucho y mal. Prepara cada sesión
con esmero y sentido de la progresión. Y no olvides que desde los conocimientos
y la dedicación se gana el respeto.
El mío lo tienes, no les falles a ellos, que se acercan al
baloncesto esperando no les defraudes. Suerte compañero.
Rafael Sanz Armada
Entrenador de Baloncesto."
Esperamos que os haya gustado tanto como a nosotros.